La caza furtiva del hombre se encuentra tras la desaparición de muchos animales salvajes y su peligro de extinción. El último caso que ha revolucionado al mundo entero ha sido la muerte en una cacería ilegal de Cecil, el león de 13 años más grande y querido de Zimbabue. El cazador que mató a este preciado león con arco y flechas para dejarlo morir desangrado y decapitarlo, ha indignado al mundo entero.
El animal estaba protegido en una reserva ecológica y llevaba un GPS de seguimiento para conocer en todo momento su posición, formaba parte de una investigación financiada por la Universidad de Oxford. Walter Palmer , el dentista estadounidense que pagó más de 50.000 dólares por participar en esta cacería ilegal y matar al león, afirma no saber que era un animal protegido y tras las críticas que ha recibido del mundo en redes sociales ha cerrado el centro y los perfiles de su clínica en facebook y twitter.
El cazador mató a este preciado león con arco y flechas para dejarlo morir desangrado.
Una ONG lamenta que ahora que Cecil ha muerto, el siguiente león de la jerarquía, Jericó, probablemente va a matar a todos los pequeños de Cecil para colocar a su propia progenie con las otras hembras tal como son las reglas sociales normales de los leones.